Esta semana la Suprema Corte de Justicia de la Nación le dio un golpe certero a un capricho de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, con su idea de que pasara la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Fueron 8 votos a favor y tres en contra de los magistrados. Los defensores de la iniciativa de López Obrador fueron el ministro Arturo Zaldívar y las ministras Loretta Otiz y Yasmín Esquivel, la que se fusiló una tesis. Ciertamente, el pasado 18 de abril fue la sesión en la que la Corte determinó que el traspaso administrativo y operativo de la GN a la Sedena sí implica una subordinación de la primera autoridad a las autoridades castrenses y por lo tanto pierde su naturaleza de mando policial civil. López Obrador llamó traidores a los 8 ministros que invalidaron el traspaso, entre otros adjetivos. AMLO está furioso, y por ello, también dijo que el uno de septiembre de 2024, en su último informe mandará a la nueva legislatura una iniciativa de reforma Constitucional, para cambiar el artículo 21 y permitir que la GN pase a la Sedena y que tienen los diputados y senadores 30 días para aprobarlas. Por cierto que este viernes el mandatario mexicano invitó a los ciudadanos a votar en 2024 por los candidatos de Morena al Congreso de la Unión: “Vamos a que en la próxima elección la gente ya tenga más elementos para que vaya internalizando que no solo debe de votar por quien representa la transformación de México sino también por los legisladores”. También en su mañanera del viernes López Obrador dijo que tanto la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña y otros ministros, dijo, le mandaron decir a Rosa Isela Rodríguez, Secretaria de Seguridad y Adán Augusto López, que se podía negociar la fecha de entrada en vigor de la resolución de declaró inconstitucional la transferencia de la GN a la Sedena y les dio la orden “ni les contesten el teléfono”. Mientras esto pasa en Palacio Nacional, en Baja California a Marina del Pilar Ávila Olmeda se le está haciendo bolas su gobierno. Primero los problemas provocados por las lluvias en Tijuana, el tremendo socavón carretera a Playas de Tijuana, en el Cañón del Matadero, después dos edificios en el fraccionamiento la Sierra que se vienen abajo, la infinidad de asesinatos; en Mexicali los jóvenes desaparecidos al acudir a un antro en la zona que la han bautizado como El Triángulo de las Bermudas, porque desaparecen sin dejar rastro, por cierto aclaró que no es socia de El Copeo, de donde desaparecieron otros jóvenes, un fiscal que no tiene la capacidad de indicar que grupo criminal está participando en los secuestros si “Los Chapitos” o “Los Rusos”, los taxistas que se quejan del el hostigamiento del IMOS y finalmente los trigueros, que invaden con su maquinaria agrícola el Centro Cívico de Mexicali exigiendo un precio de garantía por tonelada de trigo de $8,000.00. Por otro lado, el ex gobernador Jaime Bonilla le está poniendo piedritas en el zapato. Lo dijo, son incompetentes sus colaboradores, como el caso de Juan Meléndrez Espinoza, Secretario del Campo y Seguridad Alimentaria por no haber podido detener la manifestación de los trigueros quienes, por cierto, llevaban una manta con la imagen de Marina a la que bautizaron como “REYNA DEL TIK TOK, ocupamos precio justo al mejor trigo del mundo $8,000/ton, amor con amor se paga”. Claro, cuando platicaron con la gobernadora lo primero que exigió fue retirar la lona. Marina fue a la Ciudad de México, se entrevistó con el presidente López Obrador, le planteó los problemas y López Obrador no le dio una respuesta inmediata. Por cierto, no sé qué tantos favores le debe al Secretario del Agua, Armando Fernández Samaniego que viajó con él hasta encontrarse con el presidente. Imagen: @monerorictus