Apenas han trascurrido dos meses de la gestión presidencial de Claudia Sheinbaum y, en ese corto tiempo, ya es posible asegurar que la mayor política pública del nuevo gobierno es y será el “montaje engañabobos”. Es decir, llevar a cabo groseras simulaciones para hacer creer a los mexicanos “incautos” y a los extranjeros ignorantes, que el gobierno de “La Señora presidenta” está actuando contra los grandes problemas nacionales. Y es que, igual que ocurrió hace semanas con la “purga” de alcaldes y policías mexiquenses, hoy se pretende engañar a los mexicanos y al mundo con un nuevo montaje mentirosa, ahora contra la “piratería” de productos de origen chino. Como recuerdan, hace semanas, en el estado de México se puso en marcha la llamada “operación enjambre”, estrategia que terminó en la captura de “charales” políticos, sin tocar a los grandes tiburones de los “narco-gobiernos” municipales y estatales de Morena. Hoy se repite el engañar con el grosero montaje de una supuesta “purga”, ahora contra la “piratería” China que, sin ningún control, se vende por todas las calles aledañas al Centro Histórico de la CDMX. En el primer caso, la “purga mexiquense” pretendía lanzar el mensaje de que el gobierno federal tiene un proyecto para perseguir a los “narco-políticos” y “narco-policías” incrustados en el poder y, sobre todo, en el partido Morena. Sin embargo, como ya se dijo, la “purga” no fue más que un vulgar montaje que sólo llevó presos a un puñado de alcaldes y policías municipales –todos de ínfimo perfil–, cuando es público que las verdaderas cabezas del “narco-estado” mexicano se llaman López Obrador y Claudia Sheinbaum; quienes aliados a las bandas criminales, ostentaron y ostentan el poder desde el 1 de diciembre de 2018. Claro, sin contar con los “narco-gobernadores”, en todas las entidades en manos del Partido Morena. A su vez, el nuevo montaje fue un ruidoso operativo policiaco en la plaza comercial enclavada en la popular y concurrida calles de Izazaga # 89, de donde funcionarios públicos incautaron algunos miles de baratijas de procedencia china, que son vendidas al mayoreo para su comercialización, al menudeo, en el mismo centro histórico y en todo la capital del país. Sin embargo, la simulación fue de tal estulticia que horas después de la supuesta incautación, ya estaba de vuelta la venta de productos chinos en todo el centro histórico. Y es que el problema no está sólo en los almacenes que revenden al mayoreo los productos chinos, sino en las aduanas de todo el país, por donde a diario entran miles de contenedores procedentes de China, que traen desde automóviles, hasta millones de pantallas de televisión, refrigeradores, lavadoras, licuadoras, cafeteras, calentadores de agua; todo tipo de lámparas, herramientas y cientos de productos de todo tipo que inundan el mercado mexicano y que son la prueba de que, a diario, el gobierno federal violenta las reglas básicas del Tratado de Libre Comercio, T-MEC. Y la mejor prueba del engaño que significa la nueva “purga”, es que los dueños de la plaza comercial de Izazaga # 89, han sido socios y aliados de los gobiernos del PRD y de Morena, en la capital del país; amistad que les ha granjeado jugosos negocios de prestación de servicios a gestiones como las de Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. Por eso la pregunta: ¿Quién fue el responsable de incrementar hasta en 50% la entrada de productos chinos por las aduanas mexicanas? Sí, fue López Obrador a través de su lacayo, Horacio Duarte, hoy convertido en secretario de gobierno del estado de México, quien poco después de la llegada de AMLO al poder presidencial –en mayo del 2020–, fue designado como director de Aduanas, del SAT. Desde esa estratégica posición convirtió a las aduanas de todo el país en uno de los mayores negocios ilegales –extorsión y “moches”–, al extremo de que el saqueo no sólo enriqueció a Duarte, sino que aportó miles de millones de pesos para financiar la campaña de Delfina Gómez, hoy gobernadora mexiquense. Pero además de los “montajes-engañabobos” como la “operación enjambre” y la incautación de piratería china, también apareció el cinismo oficial. En el primer caso, la presidenta dijo ayer que no sabe si continuará la “Operación Enjambre” y, en el segundo, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, dijo cínicamente que luego del operativo en Izazaga # 89: “Se acabó la fiesta de aduaneros que permiten el ingreso de mercancías ilegales”. Lo que no dijo Marcelo es que, desde finales del 2023 y por orden de AMLO, las aduanas están en manos de militares y marinos; los verdaderos reyes de la corrupción en México. Sí, Marcelo confirmó la corrupción en aduanas en la gestión de Obrador. Y sí, en el sexenio de “La Señora presidenta” no veremos más que montajes dirigidos a engañar idiotas. ¿Lo dudan?