¿A quién le importa?... dice la canción de Alaska. ¿A quién le importa que los estudiantes mexicanos estén reprobados en matemáticas, ciencias y lectura? ¿A quién le importan que no pueden comprender un texto simple y no sean capaces de realizar operaciones de aritmética básica? ¿A quién le importa que estemos en la cola de los países de la OCDE en educación y salud? ¿A quién le importa la pésima educación que reciben los niños y jóvenes de México? ¿A quién le importa que, casi 5 millones de mexicanos, no sepan leer ni escribir? ¿A quién le importan los otros 5 millones de analfabetas funcionales? ¿A quién le importa que, más de un millón de estudiantes, no regresaron a la escuela este ciclo escolar? ¿A quién le importa la ausencia de programas para reducir el abandono escolar? ¿A quién le importan las 56 mil escuelas que carecen de servicios básicos como agua, electricidad y baños dignos? ¿A quién le importa que el gobierno dejó de invertir durante la pandemia en educación mientras, otros países, duplicaron o triplicaron la inversión educativa? ¿A quién le importa la canallesca decisión de eliminar las escuelas de tiempo completo? ¿A quién le importa la educación en México? Ni las matemáticas, ni las ciencias, ni la comprensión de la lectura tienen ideología, no hay matemáticas conservadoras ni ciencias neoliberales: 2+2=4, 3X2=6 y E=mc². No es neoliberalismo saber resolver problemas, pensar científicamente, comunicarse y comprender lo leído. Las matemáticas, el lenguaje y la comunicación son herramientas esenciales para el desarrollo del aprendizaje de otras áreas del conocimiento. Es triste que los fracasos educativos del pasado no se pueden remediar, pero es más triste, no querer mejorar el presente educativo para tener un mejor futuro. Y no le echemos la culpa a la pandemia, ni al “mal de muchos…” de los resultados de PISA. No todos los países perdieron puntos por la pandemia…en América Latina, hay países con sobresalientes resultados en la evaluación, no es el caso de México, que sí perdió muchos puntos y retrocedió otros 20 años…