“Acaban de traer a una señora conservadora, «vino a hablar mal de mí», pertenece a la ultraderecha, más bien a la derecha de Iberdrola”, se quejó López Obrador. Cayetana Álvarez de Toledo, fundadora de “Libres e Iguales”, está muy lejos de ser una conservadora y, mucho menos, de pertenecer a la ultraderecha española o a la derecha de los amigos del presidente (a los que les dio oro por espejitos). “Veo venir los burros de Troya de la democracia, cabalgan a lomo de la ignorancia y la polarización, se disfrazan de demócratas para reventar la democracia desde el interior”, dijo Cayetana el fin de semana en Puebla y, ayer, López Obrador se puso el tacuche. “Populismo es el impúdico culto al pueblo con espurios fines democráticos…es el «presunto» político que niega a los ciudadanos su condición de adulto, para asumir la condición de padre perpetuo…la de padrino, al estilo Vito Corleone, comentó Álvarez de Toledo. La doctora en historia, defensora de las libertades, de la democracia, la igualdad y los valores constitucionales es, en contrapartida, enemiga de los nacionalismos identitarios, del populismo, colectivismo, las equidistancias y xenofobia. Es una mujer POLÍTICAMENTE INDESEABLE para los extremistas, derechistas, conservadores y populistas, de izquierda o de derecha, quienes abusan de la ignorancia del pueblo para hacerse del poder. Compartimos algunas frases de su libro, POLÍTICAMENTE INDESEABLE, (Penguin, 2021): “Creo en el individuo y, por tanto, en la responsabilidad crucial del político. Del líder que decide, dirige y encauza…”. “Los votantes no son clientes, que siempre tienen la razón, ni santos ni inocentes, desprovistos de toda responsabilidad…” “El nacionalismo es una religión. De ahí que, a la hora de combatirlo, pocas armas resulten tan eficaces como la irreverencia y el humor…”. “La lucha por la libertad requiere un sacrificio gigantesco”. “Ninguna forma de discriminación es aceptable o positiva, tampoco las que se presentan como el resarcimiento de un agravio histórico: la venganza del #MeToo, la farsa revisionista de López Obrador, la exigencia de indemnizaciones por esclavitud…”. “No somos responsables subsidiarios de lo que hayan hecho nuestros padres, ni nuestros hijos lo serán de lo que hagamos nosotros. Nacemos libres -también de todo pecado político- e iguales”. “Sólo cuando los políticos digamos en público lo mismo que afirmamos en privado, sólo cuando reconozcamos la degradación de nuestro oficio, sólo cuando nos veamos retratado ante el implacable espejo de los hechos, sólo entonces seremos capaces de rescatar la democracia de las mandíbulas del populismo”. “Luché contra lo indeseable en la política hasta que me convirtieron en políticamente indeseable”. No, no es conservadora, ni de ultraderecha…