Los senadores de Morena, quienes tienen prohibido pensar por sí mismos, acataron la orden del Jefe Máximo de la Transformación y prohibieron los vapeadores. Trascendió que, la verdadera razón de la prohibición, obedece a un coraje del Jefe Máximo, por la difusión de una imagen de su hijo menor echando más vapor que la Máquina 501. Julieta Ramírez, “Julietona”, como le dice la gobernadora, defendió la prohibición con vehemencia y pasión: “Las empresas tabacaleras encontraron la forma de reinventar la adicción a la nicotina, nada más que de ahora de una forma más padre, más buena onda ya de moda; pero en realidad lo que esconde esto es el business…”. “Ese aparatito, que se ve inofensivo, que está muy bonito, que tiene olores curiosos y que encima tiene lucecitas, escode detrás de él, una concentración de hasta tres cajetillas de cigarro y sustancias tóxicas que no reportan… como plomo, níquel, cadmio, insecticida…”. “Decir que con la prohibición va a proliferar el mercado negro, es perder la batalla antes de darla, la responsabilidad del Estado es prohibir toda sustancia que afecte a la salud…”. Todo lo que dice Julieta, con su ampulosa vehemencia que raya en la grandilocuencia, es verdad. La prohibición, quedó plasmada en la Constitución, como tantas prohibiciones incumplidas escritas en ella. Si… prohibiendo sustancias nocivas, el Estado cumple con su responsabilidad de garantizar la salud… ¿por qué la senadora, no promueve también la prohibición del tabaco, del alcohol, los refrescos o la comida chatarra que matan a miles de mexicanos? ¿Por qué, no promueve la prohibición de la coca cola, que también daña la salud de miles de compatriotas? Ojo: «La prohibición, ordenada por el Jefe Máximo, hará que prolifere el mercado negro de vapeadores adulterados, que podrían trastornar o matar a miles de mexicanos». El año que entra, se darán a conocer las sanciones para quienes violen la prohibición y, probablemente, la creación de la ‘policía anti vapeo’…de locura… Es buena en la tribuna Julieta, sus dotes histriónicos superan a los de Norma Alicia Bustamante; fuera de broma, sería una excelente actriz dramática, del estilo María Rubio. Las órdenes del Jefe Máximo, prohíben ver a los senadores de MORENA, lo que sucedió en Estados Unidos con el Acta de la Prohibición: Decimoctava Enmienda: “Un año después de la ratificación de este artículo queda prohibida por el presente la fabricación, venta o transporte de licores embriagantes dentro de los Estados Unidos y de todos los territorios sometidos a su jurisdicción…”. (16 de enero de 1919). En la víspera, el 17 de enero de 1920, se difundieron las palabras de su autor, Andrew Volstead, representante por Minnesota: “Esta noche, un minuto después de las doce, nacerá una nueva nación. El demonio de la bebida hace testamento. Se inicia una era de ideas claras y modales limpios. Los barrios bajos serán pronto cosa del pasado. Las cárceles y correccionales quedarán vacíos; los transformaremos en graneros y fábricas. Todos los hombres volverán a caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos los niños. Se cerraron para siempre las puertas del infierno”. Contrario a lo que pensó el prohibicionista, a partir de ese día, se abrieron las puertas del infierno y, el demonio de la prohibición, dejó miles de muertos, ciegos, inválidos y lisiados en Estados Unidos.