Por Nataly Hernández Investigadora El año pasado, ante la pérdida de casi 13 millones de empleos y una caída de 6% en los ingresos de las familias, los trabajadores realizaron cerca de 2 millones de retiros parciales por desempleo de sus cuentas de ahorro para el retiro, de acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR). En total, los retiros ascendieron a casi 20 mil 70 millones de pesos, un incremento de 61% respecto a 2019. A falta de un seguro de desempleo en México, estos retiros son una de las alternativas que tienen los trabajadores como medio de subsistencia en situaciones complicadas, como la que aún se vive a causa de la pandemia. Y aunque 2021 ha sido un año de recuperación, los recursos retirados por desempleo en los primeros siete meses superaron los retirados en todo 2019. Es evidente la mayor frecuencia con la que los trabajadores han echado mano de sus ahorros durante la crisis. Sin embargo, ¿qué tanto le conviene a los trabajadores realizar retiros parciales de sus cuentas de ahorro para la jubilación? Si bien los recursos ahorrados sirven como apoyo, la cantidad de la que se puede disponer no es tan alta y sólo alcanza para cubrir necesidades a corto plazo. En los últimos dos años, cada retiro realizado ha sido por alrededor de 11 mil pesos, en promedio, y sólo se pueden hacer retiros parciales cada 5 años. Ahora bien, esta estrategia financiera tiene costos que afectan el monto que los trabajadores recibirán como pensión en un futuro. Por un lado, quien realiza retiros parciales debe aceptar una reducción del tiempo de cotización al sistema de ahorro, lo que disminuye la pensión futura y, peor aún, eleva el riesgo de quedarse sin ella, pues el trabajador podría no alcanzar a cubrir el tiempo mínimo de cotización requerido por el régimen actual (alrededor de 24 años). Por otro lado, los recursos retirados dejan de generar rendimientos, lo que también disminuye la cantidad final que se recibirá al momento del retiro. Es importante señalar que 40% de los retiros realizados entre 2020 y 2021 fueron hechos por mujeres, por recursos que ascendieron a 11 mil 50 millones de pesos. Considerando la inestabilidad sistemática que presentan en el ámbito laboral, las mujeres aumentaron su riesgo de no acceder a una pensión durante la pandemia. Para los trabajadores más jóvenes, existe la posibilidad de restituir el dinero retirado y revertir la disminución del tiempo de cotización y los fondos para la pensión. Sin embargo, aún cuando se repongan los recursos en su totalidad, seguirá habiendo costos por asumir. El tiempo para jubilarse puede prolongarse en función de cuánto tarde en reponer los recursos que usó, además de que la pensión obtenida será menor a la que hubiera podido alcanzar. El uso de los retiros parciales por desempleo se debe, en parte, a la falta de una red de protección social efectiva para preservar los ingresos de las familias en momentos de crisis, pero ciertamente es una alternativa de financiamiento poco conveniente para los trabajadores. El hecho de que se haya tenido que recurrir a este mecanismo cada vez en mayor medida durante los últimos años, es indicativo de la condición de vulnerabilidad en que se encuentran los trabajadores. Aún más, evidencia la necesidad de realizar gasto público en programas sociales más eficientes, que permitan a la población hacer frente a situaciones económicas difíciles.