Te dejo: estás muy sabrosa… pero me haces daño

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Según la Revista del Consumidor de octubre, la PROFECO las va a sacar del mercado en los próximos días. Las sopitas de “camarón con piquín”, “sabor a queso”, “tomate”, “pollo” o “vegetales”, aportan poquísimas proteínas y muchos carbohidratos y sodio. Las “inocentes” sopitas, que se preparan fácilmente, y son tan sabrosas con limoncito y tabasco, son veneno envasado. Junto con otros alimentos, las hermanitas Maruchan son envenenadoras en serie que provocan asma, cáncer, infartos, cardiopatías y obesidad. Al calentar su envase de polietileno en el microondas, el plástico del envase suelta dioxinas, las toxinas que provocan el cáncer. Contienen mucho sodio y otra sustancia: el glutamato monosódico, MSG, muy utilizado en la comida china, que les da a los alimentos el típico sabor UMAMI (sabroso en japonés). El glutamato monosódico potencia los sabores de otras sustancias, estimulando partes especificas de la lengua y es el responsable de la adicción de comer más y más sin sentirse satisfecho. ¿Ha experimentado esa sensación cuando come una sopita de vaso o comida oriental condimentada con glutamato? Según la PROFECO, el MSG o MGS, puede producir dolor de cabeza, taquicardia, sofocación, adormecimiento, dolor de pecho, enrojecimiento, sudoración y debilidad entre otras alteraciones físicas. Esta sustancia, potenciador de sabores, aditivo adictivo, es ampliamente utilizado en la industria alimenticia: snacks, salsas, botanas, carnes, alimentos congelados y enlatados. El saborizante se vende comercialmente como AJI- NO- MOTO, VETSIN o AC´CENT. Me encantas Maruchan, pero tengo que decirte adiós. La PROFECO nos separa.