Tesla, primer impacto del efecto Trump

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Donald Trump ha provocado ya un primer im­pacto en la economía mexicana, pues Elon Musk ha anunciado un paréntesis, que podría ser pun­to final, en la construcción en Nuevo León de una gran planta de montaje de vehículos Tesla, que de­bería estar en producción en 2026. La decisión de Musk tiene una explícita funda­mentación política: considera que no tiene sen­tido hacer una inversión de miles de millones de dólares en una planta en México si Trump, en ca­so de volver a la Casa Blanca, va a tomar medidas, arancelarias pero no solo estas, para desincentivar el ingreso a Estados Unidos de productos monta­dos por empresas de este país en otro, en este ca­so México. La postura del magnate de origen sudafricano, con nacionalidades estadunidense y canadiense, puede ser entendida por otros inversionistas, en el contexto de la relocalización de empresas (el lla­mado near shoring), como una advertencia de fre­no o abierta retracción, ante las anunciadas me­didas proteccionistas que tomaría Trump en un segundo periodo presidencial. El anuncio tomó al gobernador de Nuevo León, Samuel García, y su familia, de viaje tu­rístico por Europa. No hay, de entrada, una argu­mentación que culpe al estado norteño o su gobierno de la pausa anunciada, aunque el estancamiento o posible cancelación se sumará al contexto difícil en que se mue­ven García y su esposa cogobernante, Ma­riana Rodríguez. Además, con frecuencia se expresaron dudas respecto al cumpli­miento del compromiso de inversión he­cho en marzo de 2023.