Trucos del desinformador

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Durante de siglos de historia, incluyendo el tiempo presente, el marcador entre la razón y la sinrazón está clara y abultadamente en favor de ésta última. En los más diversos lugares y tiempos se ha sabido por qué: el cerebro y la emoción humanos han hecho un esfuerzo magnífico para demostrar, una y otra vez, que inventar es más fácil que descubrir, opinar es más fácil que verificar, afirmar es más fácil que dudar, propagar es más fácil que demostrar, responder para quedar bien no lastima al ego como decir que se ignora. El modus operandi de las sinrazón es variado y creativo. Produce resultados rápidos. En cambio, el quehacer de la razón es laborioso, sin compromiso de resultados y con la única promesa de que la certeza de hoy, será la duda de mañana. Entre los trucos qué sostienen la popularidad de la sinrazón los siguientes cinco son notables, especialmente por la frecuencia con la que se usan en la actualidad: 1. Pregonar que lo que ocurre en un lugar o tiempo particular, es análogo a lo que ocurre en otro lugar o tiempo, pasando por alto las diferencias de contexto. Este es el truco del buceador teórico: cree que puede respirar igual en tierra que bajo el agua o en el espacio exterior del planeta. 2. Asegurar que un atributo particular de un objeto, persona, colectividad o situación puede generalizarse a otros objetos, similares o no. Es el truco del principiante que asegura que todas las cartas de una baraja son iguales a la primera que toma. 3. Confundir una causalidad con una casualidad, ejercicio tan falso como creer que el paso de un cometa es la causa de enfermedades o epidemias. Éste es el truco del brujo de la tribu que ya no sabe cómo asustar a su clientela. 4. Asumir que una creencia es lo mismo que un hecho confirmado, cuando que la primera es más bien un arreglo en la mente, y el segundo es algo que ocurre independientemente de los deseos del observador. Es el truco del aprendiz de brujo. 5. Afirmar desde la ignorancia sobre cualquier cosa y luego levantar la voz para descalificar con profusión de adjetivos a quienes dudan de lo que dice. Éste es el truco brujo de la tribu temeroso de perder seguidores.