El presidente electo Donald Trump ha prometido iniciar el mayor programa de deportaciones masivas en la historia de Estados Unidos en 2025. Esto ha causado una gran preocupación entre los inmigrantes indocumentados y sus defensores. Trump planea dirigirse a los inmigrantes que han cometido delitos y a aquellos cuyas solicitudes de asilo fueron denegadas. Algunos estados, como Texas, se están preparando para cooperar con el gobierno federal para facilitar estas deportaciones. Sin embargo, existen desafíos logísticos, incluida la necesidad de aumentar los centros de detención y más agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Los críticos argumentan que las deportaciones masivas podrían tener impactos económicos negativos y conducir a la separación de familias de estatus mixto. Deportaciones y ciudades santuario Las ciudades santuario son jurisdicciones locales que limitan su cooperación con las autoridades federales de inmigración. Su objetivo es proteger a los inmigrantes indocumentados de la deportación al no ayudar activamente al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a identificarlos y detenerlos. Sin embargo, vivir en una ciudad santuario no garantiza una protección completa contra la deportación. Por ejemplo, Filadelfia tiene varias políticas de santuario que interrumpen el proceso de deportación al negarse a respetar las órdenes de detención del ICE y prohibir a los funcionarios municipales preguntar sobre el estatus migratorio. De manera similar, California ha promulgado leyes de santuario a nivel estatal para proteger a los inmigrantes, pero estas leyes no protegen por completo a los residentes de la aplicación de las leyes migratorias federales. Por otro lado, algunos estados se oponen a las políticas de santuario. Por ejemplo, el gobernador de Virginia ha propuesto prohibir las ciudades santuario y exigir el cumplimiento total de las órdenes de detención del ICE. El debate sobre las ciudades santuario es parte de una discusión más amplia sobre la política y la aplicación de las leyes migratorias en los Estados Unidos ¿Qué son las ciudades santuario? Las ciudades santuario son municipios que limitan su cooperación con las acciones de control de inmigración federales para proteger a los inmigrantes indocumentados de la deportación. Estas ciudades tienen como objetivo crear un entorno más seguro para los inmigrantes al no ayudar activamente al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a identificarlos y detenerlos. Algunas ciudades santuario conocidas en los Estados Unidos incluyen: San Francisco, California Ciudad de Nueva York, Nueva York Chicago, Illinois Los Ángeles, California Filadelfia, Pensilvania Seattle, Washington Boston, Massachusetts Denver, Colorado Santa Ana, California Estas ciudades tienen políticas vigentes que impiden que la policía local pregunte sobre el estatus migratorio de una persona o detenga a personas basándose únicamente en las órdenes de detención del ICE. Trump impone aranceles a las deportaciones El presidente electo Donald Trump ha anunciado planes para implementar deportaciones masivas e imponer aranceles a las importaciones de los principales socios comerciales. Su plan de deportación pretende expulsar a millones de inmigrantes indocumentados, empezando por aquellos que han cometido delitos o a quienes se les ha denegado el asilo. Esto ha suscitado inquietudes sobre el posible impacto económico, ya que la mano de obra migrante es crucial para muchas industrias. Los aranceles propuestos por Trump incluyen un arancel del 25% sobre los productos de Canadá y México, y de hasta el 60% sobre los productos de China. Los economistas advierten que estos aranceles podrían conducir a precios más altos para el consumidor y posibles guerras comerciales. La combinación de deportaciones masivas y aranceles podría afectar significativamente a la economía estadounidense, en particular en estados como Texas y California. ***Profesor Investigador en Economía Internacional en el Colef. Distinguido miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y ahora en la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti).