Ya no hay duda: el tráfico de fentanilo es el principal problema binacional entre Estados Unidos y México. Durante el sexenio pasado, el opioide se convirtió en una bomba de tiempo que le estalló a la presidente. Un botón de muestra: En enero de 2023, los diputados republicanos Dan Crenshaw y Mike Walts, presentaron la iniciativa H.J. RES. 18, para autorizar el uso de las fuerzas armadas en contra de los carteles mexicanos responsables de traficar fentanilo a Estados Unidos. “El fentanilo mata 80 mil estadounidenses cada año”, afirmaron los congresistas. En el documento enlistan varios hechos violentos de los carteles mexicanos, entre ellos «el culiacanazo», “la liberación por la fuerza de Ovidio Guzmán en 2019”. Aquel documento, «injerencista», no le gustó nadita al presidente López Obrador quien, siempre negó que México fabricara y traficara fentanilo. El fentanilo es un opioide sintético, -creado en un laboratorio de Bélgica en 1960-; un analgésico entre 50 y 100 veces más potente que la morfina; una dosis, del tamaño de dos granitos de sal, puede ser mortal. De ahí su altísima letalidad. El doctor psiquiatra, Juan Ramón de la Fuente, publicó en 2019, un artículo en El Universal titulado: “El Fentanilo: droga milagrosa y mortífera”. “Es una de las drogas más eficaces que existen para controlar el dolor agudo”; “su precio es accesible. Acabó con el dolor de millones de personas que se someten a una operación quirúrgicas o sufren algún traumatismo”; “se trata de un opioide sintético que actúa muy rápido. Va directo sobre los receptores cerebrales que controlan el dolor”; “es 100 veces más potente que la morfina”. En ese artículo, también advirtió sobre sus peligros: “Lamentablemente es potencialmente adictivo”; “La fabricación ilícita de fentanilo y otros opioides es barata y relativamente sencilla. No se requieren ni grandes instalaciones, ni grandes conocimientos”; “Es un polvo blanco más, que se mezcla con facilidad con otras drogas tales como la heroína, la cocaína, las metanfetaminas…las vuelve más potentes y de acción rápida. Por eso es tan popular. De ahí su gran demanda”; “La combinación con otros polvos blancos y, el no calcular bien las dosis, puede ser fatal. Aunque no nos guste, Trump puso los puntos sobre las íes sobre el fentanilo y, trae acorraladas a “las autoridades mexicanas petrificadas frente al narco”. Más allá de la sensibilidad de nuestros políticos pétreos, Trump está decidido a acabar con el tráfico de fentanilo que mata a miles de norteamericanos cada año. La Ley contra el fentanilo firmada ayer, clasifica al opioide en la Categoría 1: una de las drogas más peligrosas, junto con la heroína y el LSD. La pena para quien posea, importe, distribuya o fabrique sustancias relacionadas con el fentanilo es de 10 años como mínimo. Con el tema del fentanilo, Trump trae acorralado al gobierno de Sheinbaum: ningún esfuerzo ni resultados son suficientes. Quiere más, ¿qué más quiere?; mientras Sheinbaum descifra ese dilema, México paga los platos rotos de los abrazos no balazos del Jefe Máximo de La Chingada. Una Palomita, a Juan José Pon, “quitapón”, Consejero Jurídico del Estado, por haber recuperado 172 millones de pesos del Fideicomiso Afirme, creado durante el gobierno de Jaime Bonilla para favorecer a Next Energy, empresa con la que firmó el contrato más leonino en la historia de Baja California. El Vampiro Enamorado se metió a su ataúd en Tabascania; ni Andreita Chávez lo hace sonreír en estos momentos aciagos en los que, La Barredora, le puede pasar por encima…cuentan que, las tranzas y andanzas del vampiro, son más que las del Conde Crápula…