Ojalá que en 2023 tengamos un nuevo Rector en la UABC, sí Rector, no Rectora o Rectore. Un Rector hombre o mujer que vea realmente por la educación, por los maestros y los alumnos, sin distingos de posiciones u orientaciones sociales, políticas o de género. En 2023 la Junta de Gobierno elegirá un nuevo Rector, que espero se aleje de estupideces y modismos baratos disfrazados de inclusión, que no cambian nada, pero si dividen y confrontan sin necesidad. Espero que elijan con base a la capacidad de los aspirantes, y no regalen una Rectoría a una mujer o a un hombre solo por quedar bien con su inclusión forzada. Yo soy orgullosamente cimarrón, tuve la gran oportunidad de recibir mi educación superior en la UABC y a pesar de muchas cosas que necesitan mejorarse, nuestra Universidad sigue teniendo un nivel educativo respetable. El legado del actual Rector ha sido el protagonismo, la politiquería y el impulso de cambios inútiles y estéticos, pero en las cuestiones educativas de fondo, absolutamente nada. La UABC necesita inclusión, pero en el mundo real y competitivo, requiere vinculación e incorporación en el desarrollo de nuestra sociedad, y requiere urgentemente volver a ser protagonista de los cambios positivos en Baja California. Lo más importante de nuestra Universidad, es el elemento humano, y ahí es donde hay que centrar los esfuerzos, desde el personal administrativo y docente, hasta el alumnado. Ojalá la UABC recupere su esencia, la de la realización plena del hombre, una esencia exitosa que formó a miles de profesionistas que hoy siguen transformando a Baja California. Ya veremos si las autoridades universitarias tienen el nivel de ponerse a la altura de las circunstancias.