Virtuosa y piadosa

foto-resumen

“Mi virtud es la dignidad”, dijo ayer la alcaldesa Montserrat Caballero. Después de reconocer «humildemente» su principal valor, que no virtud, dio a conocer su reconciliación con Jaime Bonilla. ¿La digna razón?: “porque es senador”. Si, la experta en mecánica de suelos, actuara con base en el valor de la dignidad humana y lo llevara a la práctica cotidiana, entonces sí, que sería una virtuosa de la defensa de la honra y el pundonor. Pero no, de buenas a primeras, se reconcilia con quien afirmó “que le faltaba un tornillo”, “que era -una don nadie- antes de conocerlo”; y de, entre otras linduras, contratar a una bola de funcionarios corruptos y “recibir maletas llenas de dinero de los giros negros y del crimen organizado”. A su vez, ella acusó a Bonilla de exigirle la oficialía del Ayuntamiento de Tijuana, para manejar a su antojo la asignación de obras públicas y adquisiciones del ayuntamiento. En buen cristiano, le pidió esa dependencia para robar y seguirse enriqueciendo con moches y contratos a modo. Si, como dijo Montserrat Silvestre, el valor de la dignidad orienta su comportamiento… ¿Por qué no lo convierte en virtud actuando con la decencia que el caso Bonilla amerita? Con base en su declaración de ayer, se deduce que apoyará con todo lo que tiene a su alcance la reelección de Bonilla y, se da por descontado, la candidatura de Marco Antonio Blásquez Salinas a la presidencia municipal. Los valores, son las creencias que una persona considera importantes y que influyen en sus decisiones y acciones. Las virtudes, son rasgos de carácter positivo que se consideran deseables en una persona y que se cultivan a través de la práctica y repetición de comportamientos virtuosos. Montserrat no se reconcilia con Bonilla por dignidad sino por conveniencia política. No dude usted que, en los próximos días, inspirada en los valores de la compasión y el perdón, Montserrat Silvestre decida apoyar la candidatura de Sergio Moctezuma, a quien sacó a patadas del Palacio Municipal y, se convierta en una virtuosa del amor al prójimo.